¡Yo creo que no!

-¿Puedes hacerme el trabajo de plástica para mañana? Si no lo entrego, me suspenderán.
+Hmm, yo creo que no.
-¿Podrías aceptar más trabajo, sin que te aumentemos el sueldo o te ascendamos?
+Yo creo que no.
-Me gustaría que llamaras más amenudo.
+Yo creo que... no.
-¿Podrías parecerte más a la hija que siempre quise?
+Sonríes: Yo creo que no.
 ¿Quién no ha pasado alguna vez por una de estas situaciones? ¿Y qué habéis hecho? Decir que sí. Decir que si a todo. Pero, ¿es esta la solución? Yo creo que no.
<<Yo creo que no>>, curiosa frase, fuerte, directa, pero suave y cortés. Siempre somos pasivas ante cualquier situación, si algo nos molesta, no lo decimos. Podemos esperar DIAS esperando a que él llame, ¿es esto correcto? Yo creo que no.
Seamos asertivas, vayamos a por todas. Creedme, esta frase ha cambiado vidas. Utilizxala poco a poco, comienza por salir de casa y pensar: ¿alguien me verá fea? ¿Alguien me mirará mal o me dirá algo grosero? ¿Me pasará algo malo? ¡Yo creo que no!
Y poco a poco veréis como todo da un giro, y comenzáis a sentir el poder.

Saca a tu cabrona interior a dar un paseo.