viernes, 26 de agosto de 2011

Susana Blanes; Mercedes Alcalá: mi felicidad tiene nombres y apellidos.

Me acosté pensando en lo mucho que había luchado a lo largo de mi corta vida y en lo mucho que había perdido por mis acciones pasadas y al despertar me dí cuenta que no hay que pensar en el ayer o en el mañana, simplemente hay que vivir el presente. Lo hice, y gracias a eso conocí a una pequeña gran persona, una niña preciosa, una chica que tenía muy claro lo que quería, pero que le costaba a veces dar el paso. Me enseñó a sentir, a expresar, a ser libre. Me ayudó cuando más lo necesitaba, me apoyó en mis momentos de flaqueza y me pegó algún que otro grito por mi bien. Esa persona me llevó a otra y.. ¡bum! Apareció una princesita (sí, es muy cursi), con su sonrisa inigualable, sus ojos, bueno, su mirada tan especial y sus palabras que te hacen perder la cabeza. Ella me enseñó a volar, en tan solo dos días me hizo sentir feliz y lo sigue haciendo día tras día, increíble.
Son mi razón, mi alegría. Y por eso estoy al 110% segura de que esto durará... para siempre.

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