miércoles, 17 de agosto de 2011

Parece que fue ayer cuando era la "profesora" de mis propios peluches. Pero no, no lo fue, fue hace mucho tiempo. Más o menos ocho años... Pero ahora soy... ¿mayor? Sí, algo así... Una... ¿adolescente? Supongo que podría calificarme como tal. Y, ¿me gusta? O sea, ¿debería gustarme? Porque por el momento no es tan divertido como me imaginaba cuando me ponía los tacones de mi madre y me pintaba los labios con su maquillaje... Claro que hay cosas buenas: fiestas, amigos, un toque de queda más elevado... Pero ¿compensa? En fin, yo sé que algún día alcanzaré el nivel máximo de felicidad y si para ello tengo que hablar con mis peluches y muñecas, lo haré.
Hay un amigo en mí.

1 comentario: