martes, 30 de noviembre de 2010

Igual que un desayuno entre semana, o un recreo en el colegio. Una tormenta de verano, la felicidad de algunas noches, o tu voz en mi cabeza.
Tengo miedo a que todo sea fugaz. Despertar un día y volver a desandar todo lo andado. Olvidar lo aprendido. Quiero agarrarme a lo perdurable. Saber que todo se quedará. Cuando esté bien, claro. Que la felicidad vendrá para quedarse. Que no huya igual que un cobarde. No quiero más despedidas. Ya tuve suficiente. No quiero tener que volver a aceptar que no volveré a ver a alguien nunca más. Quiero que multen al tiempo por exceso de velocidad. Que algunos abrazos tengan duración indefinida.
No quiero más finales si no tienen pensado ser felices. No..


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