martes, 30 de noviembre de 2010

Desconozco cuál será la composición del tiempo, sin embargo he comprobado que tras su paso, las heridas duelen menos. Ahora entiendo por qué. Todo tiene su proceso, y acelerarlo no es otra cosa que romper el curso natural de las cosas.
Llegará el día en que salga una cicatriz. Pero es probable que, al revivir algún momento que nos recuerde la causa de la herida, reaparezca.
Las heridas que no terminan de curarse, duelen. Incluso, pueden despegarse y sangrar de nuevo. Es algo inevitable...


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