martes, 21 de junio de 2011

Un día te levantas y sabes que está ahí, que lo tienes, que es tuya. Piensas que será siempre tuya, porque ella te hace sonreir, piensas que, quizá, un día desaparezca, pero ahora eso no te importa porque por el momento, está a tu lado. Sabes que no puedes verla, que no puedes tocarla, pero sí sentirla. Te crees especial porque no todo el mundo la consigue, porque no siempre aparece por tu vida. Sales a la calle, y sonries, saludas a la gente, incluso a la que no conoces, te ries por cualquier tonteria, tus ojos brillan y el corazón te va a mil por hora. Saltas, corres, incluso crees que podrías volar. Pero ten cuidado, porque la felicidad no siempre está de tu parte.

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