sábado, 11 de junio de 2011

múltiples

Todos, y repito: todos, sin excepción, tenemos dos caras, y esto sirve para muchas cosas: para mentir, engañar, inventar o también para ser feliz. Una cara es la buena, que es la que siempre sonríe, la que la gente adora, la bonita, la apreciada; y la otra es la que siempre está de malhumor, la que la gente teme cuando aparece. Bien, pues muchas personas creen que tener dos caras se llama "bipolaridad" o "falsedad", pero realmente no es asi; todo lo bueno tiene algo malo y lo malo algo bueno; sin lágrimas no hay total felicidad, sin carácter no hay segruidad, sin jing, no hay jang, y eso será así siempre. Y hay que tener en cuenta que las personas no cambian, cambian las cosas, y por mucho que nos empeñemos en hacer que eso no sea así, no se puede, porque todo sucede por alguna razón, por cosas del destino, y el destino no cambia.

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