¿Recuerdas cuándo medias 1.10cm y te sentias la niña más mayor del mundo? Que tu madre te llevaba al colegio cogida de la mano y tú la soltabas porque "ya eras muy mayor". ¿Recuerdas que podías vestir cualquier cosa y ver Pokemón, y nadie te decía nada? ¿Te acuerdas de esos días en los que llorabas por el simple hecho de que un niño te había quitado tu juguete? ¿Te acuerdas de aquellas tardes en las que cogías el maquillaje de tu madre y te ponias sus tacones porque querias ser mayor? Recuerdas cuando ponias todos tus peluches en la cama y jugabas a "profes"? ¿O a "mamás y papás"? No tenias ni seis años y aún así, tú imaginación era infinita.
La infancia es algo maravilloso, ¿verdad?
Ahora miras a esas pequeñas criatura corriendo por las calles con sus madres detrás, y piensas, ¿porqué no podré volver a ser una niña? Pero, ¿para qué? Todos estos años has aprendido a ser fuerte, has hecho cosas de las que te has arrpentido y has hecho otras que te han servido de ayuda. Has probado el tabaco, has bebido ha más no poder, te has ido de fiesta con tus amigos... ¡Amigos! ¡Eso! ¿Qué hay de la gente que has conocido? Te han decepcionado, te han apoyado, te han hecho daño, te han dado cariño... No intentes volver al pasado, porque, además de imposible, es estúpido.
Siéntete orgullosa de quien y de cómo eres, porque por mucho que digan, tú, y solo tú, eres la mejor.
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