Y son sus labios rosados que se estiran hasta dejar a la vista esos dientes perfectamente colocados uno al lado del otro, entonces, sonríe, y consigue hacer que yo sonria, porque si él es feliz yo soy la más feliz. Son esos ojos oscuros, profundos, brillantes, esos ojos que cuando te miran te sientes incomodamente bien. Es su pelo negro como una pantera, revuelto y peinado a la vez. Es su voz, esa voz que te fragela, que cuando la oyes sabes que es él, que hasta cuando dice estupideces te gusta, la escucharias repetidas veces, como si fuera tu canción favorita. Es su cuerpo, ese cuerpo que te gustaria recorrer de arriba a abajo, con sus pantalones caidos y su sudadera que cae perfectamente por sus caderas.
Son sus manos, las cuales no soltaria nunca. Su risa, su risa contagiosa, la risa que provoca risas.
Es simplemente el deseo de que te diga que te quiere, la esperanza de que un día cualquiera, porque le apetezca, te de un abrazo. Es la confianza que consigue que tengas en él, la cercanía, la calidez... Esto y mucho más es lo que él crea, lo que él consigue, lo que él hace.
Es simplemente, algo que no tendré, un sueño, un deseo dentro de una lámpara mágica sin genio.
Él es el regalo que quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario