Al fin, al fin conseguí estar con él.Cinco minutos, sí, pero en ese corto plazo, me dió tiempo a ver su sonrisa, a sentir su mirada, a oir su jodidamente perfecta risa. Me dio tiempo a ver sus bonitas manos, su precioso pelo, su atractivo cuerpo que, gritaba mi nombre en busca de amor. Pude comprobar, a corta distancia, como su cara desvelaba, quizá timidez, quizá nerviosismo, no lo sé, pero en parte me gustó.
Pero... también me dio tiempo a darme cuenta de que él no estaba tan ansioso como yo por verle. De que él no intentó fijarse en mi sonrisa, en mi pelo o en mis ojos. Me di cuenta de que el chico que había conocido tiempo atrás no era el mismo que tenia delante. Saludó, sonrió y agachó la cabeza. Ni una palabra, ni un susurro, nada. Y esque dicen que " el amor llamará a mi puerta", pero, ¿y si no tiene mi dirección?
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