Te quiero, te quiero como no he querido nunca, te quiero más que a nada en este mundo, te quiero porque me gustas hasta cuando te enfadas. Te quiero en mi cama dándome los buenos días, te quiero, no por, pero sí para siempre.
Hoy, fin de semana, porrito de marihuana, cerveza por la mañana. Sol, playa... ¡jarrana!
Ven conmigo, quédate a mi lado, siempre. No te vayas, nunca lo hagas, porque entonces, como tú dices, se me vendrá el mundo encima. Necesito estar contigo cada segundo, verte y hacerte saber que sigo aqui. No sabes lo que siento cuando te hago sonreir... Ven conmigo, perdámonos, los dos solos, nadie más, solo tú y yo, siempre tú y yo.
Que te diga que se preocupa por ti es la mejor sensación que hay.
El sentirme única y exclusiva. Porque eso es lo que soy para ti, solo tuya, tuya siempre. Tú, mi única razón para sonreir, la única persona capaz de hacer que me levante día a día con ganas de seguir viviendo. Tú, el brillo de mis ojos, la luz de mi estrella, la tentación de mis pecados. Como la uña a la carne o el caramelo al niño. Sentir tu piel rozando la mía, tus labios contra mis labios, tus ojos en mis ojos...
Si me dieras la oportunidad, te demostraría que para mí tú y para ti yo.
